Buscar este blog

lunes, 28 de noviembre de 2016

Citas

Citas
A continuación se recopilan interesantes citas, con las que se puede estar de acuerdo o no, pero que indudablemente invitan a la reflexión y al debate.
La vida es muy peligrosa. No por las personas que hacen el mal, sino por las que se sientan a ver lo que pasa. Albert Einstein.
Todos somos muy ignorantes. Lo que ocurre es que no todos ignoramos las mismas cosas. Albert Einstein.
Hay dos cosas infinitas: el Universo y la estupidez humana. Y del Universo no estoy seguro. Albert Einstein.
Hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica: la voluntad. Albert Einstein.
Vivimos en el mundo cuando amamos. Sólo una vida vivida para los demás merece la pena ser vivida. Albert Einstein.
Es más fácil desintegrar un átomo que un preconcepto. Albert Einstein.
No sé con qué armas se luchará en la Tercera Guerra Mundial, pero en la Cuarta Guerra Mundial se peleará con palos y piedras. Albert Einstein.
Nunca consideres el estudio como una obligación, sino como una oportunidad para penetrar en el bello y maravilloso mundo del saber. Albert Einstein.
Es un milagro que la curiosidad sobreviva a la educación reglada. Albert Einstein.
El que no posee el don de maravillarse ni de entusiasmarse más le valdría estar muerto, porque sus ojos están cerrados. Albert Einstein.
El nacionalismo es una enfermedad infantil. Es el sarampión de la humanidad. Albert Einstein.
Lo importante es no dejar de hacerse preguntas. No tengo talentos especiales, pero sí soy profundamente curioso. Albert Einstein.
La palabra progreso no tiene ningún sentido mientras haya niños infelices. Albert Einstein.
Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo. Albert Einstein.
Dar ejemplo no es la principal manera de influir sobre los demás; es la única manera. Albert Einstein.
Si tu intención es describir la verdad, hazlo con sencillez y la elegancia déjasela al sastre. Albert Einstein.
Cada día sabemos más y entendemos menos. Albert Einstein.
En los momentos de crisis, sólo la imaginación es más importante que el conocimiento. Albert Einstein.
Si mi teoría de la relatividad es exacta, los alemanes dirán que soy alemán y los franceses que soy ciudadano del mundo. Pero si no, los franceses dirán que soy alemán, y los alemanes que soy judío. Albert Einstein.
La alegría de ver y entender es el más perfecto don de la naturaleza. Albert Einstein.
¿Por qué esta magnífica tecnología científica, que ahorra trabajo y nos hace la vida más fácil, nos aporta tan poca felicidad? La repuesta es esta, simplemente: porque aún no hemos aprendido a usarla con tino. Albert Einstein.
No podemos resolver problemas pensando de la misma manera que cuando los creamos. Albert Einstein.
El azar no existe; Dios no juega a los dados. Albert Einstein.
La debilidad de actitud se vuelve debilidad de carácter. Albert Einstein.
Estoy absolutamente convencido que ninguna riqueza del mundo puede ayudar a que progrese la humanidad. El mundo necesita paz permanente y buena voluntad perdurable. Albert Einstein.
No entiendes realmente algo a menos que seas capaz de explicarselo a tu abuela. Albert Einstein.
La teoría es asesinada tarde o temprano por la experiencia. Albert Einstein.
Mi ideal político es el democrático. Cada uno debe ser respetado como persona y nadie debe ser divinizado. Albert Einstein.
Los grandes espíritus siempre han encontrado una violenta oposición de parte de mentes mediocres. Albert Einstein.
Una velada en que todos los presentes estén absolutamente de acuerdo es una velada perdida. Albert Einstein.
Tendremos el destino que nos hayamos merecido. Albert Einstein.
La formulación de un problema, es más importante que su solución.Albert Einstein.
Lo más incomprensible del mundo es que sea comprensible. Albert Einstein.
La libertad política implica la libertad de expresar la opinión política que uno tenga, oralmente o por escrito, y un respeto tolerante hacia cualquier otra opinión individual. Albert Einstein.
La única cosa realmente valiosa es la intuición. Albert Einstein.
La mayoría de las ideas fundamentales de la ciencia son esencialmente sencillas y, por regla general pueden ser expresadas en un lenguaje comprensible para todos. Albert Einstein.

La anarquía económica de la sociedad capitalista tal como existe hoy es, en mi opinión, la verdadera fuente del mal. (…) El capital privado tiende a concentrarse en pocas manos, en parte debido a la competencia entre los capitalistas, y en parte porque el desarrollo tecnológico y el aumento de la división del trabajo animan la formación de unidades de producción más grandes a expensas de las más pequeñas. El resultado de este proceso es una oligarquía del capital privado cuyo enorme poder no se puede controlar con eficacia incluso en una sociedad organizada políticamente de forma democrática. Esto es así porque los miembros de los cuerpos legislativos son seleccionados por los partidos políticos, financiados en gran parte o influidos de otra manera por los capitalistas privados quienes, para todos los propósitos prácticos, separan al electorado de la legislatura. La consecuencia es que los representantes del pueblo de hecho no protegen suficientemente los intereses de los grupos no privilegiados de la población. (…) Estoy convencido de que hay solamente un camino para eliminar estos graves males, el establecimiento de una economía socialista, acompañado por un sistema educativo orientado hacia metas sociales. (…) Sin embargo, es necesario recordar que una economía planificada no es todavía socialismo. Una economía planificada puede estar acompañada de la completa esclavitud del individuo. La realización del socialismo requiere solucionar algunos problemas sociopolíticos extremadamente difíciles: ¿cómo es posible, con una centralización de gran envergadura del poder político y económico, evitar que la burocracia llegue a ser todopoderosa y arrogante? ¿Cómo pueden estar protegidos los derechos del individuo y cómo asegurar un contrapeso democrático al poder de la burocracia? Albert Einstein.

viernes, 25 de noviembre de 2016

A. Einstein Nota autobiográfica


Aquí estoy, dispuesto a escribir, a la edad de sesenta y siete años, algo así como mi propia necrología. [...]

Siendo todavía un joven bastante precoz me percate vivamente de la futilidad de las esperanzas y anhelos que persiguen sin tregua a la mayoría de los hombres a través de la vida
Pronto descubrí, además, la crueldad de esa persecución, que en aquellos años estaba encubierta mucho más cuidadosamente que hoy por la hipocresía y las palabras deslumbrantes. La mera existencia del estómago condenaba a cada cual a participar en esa persecución. Además, tal participación hacia posible satisfacer al estómago, mas no al hombre, en tanto que ser pensante y sentiente. Como primera salida estaba la religión, implantada en todos los niños por medio de la maquina tradicional de la educación. Así fue como llegue -Pese al hecho de que era hijo de unos padres (judíos) completamente irreligiosos- a una onda religiosidad, que sin embargo, alcanzo un abrupto fin a la edad de doce años. A través de la lectura de libros de divulgación científica alcance pronto la convicción de que mucho de lo que decían los relatos de la Biblia no podía ser cierto. La consecuencia fue una mentalidad librepensadora rayana en lo fanático, unida a la impresión de que el Estado miente intencionadamente a la juventud; fue una impresión demoledora. De esta vivencia nació un sentimiento de recelo contra cualquier clase de autoridad, una actitud escéptica frente a las convicciones que prevalecían en cualquier medio social especifico, una actitud que ya jamás volvería a abandonarme, aunque más tarde, perdió algo de su primitiva virulencia.





jueves, 24 de noviembre de 2016

Albert Einstein, filósofo y científico: "qué es pensar".

Albert Einstein, filósofo y científico: "qué es pensar".



Cada tanto puede no venir mal pensar lo que significa pensar, sobre todo si ello constituye un valor para nosotros. 

Como es sabido, el gran Albert Einstein, además de pacifista de sólidas convicciones y científico excelente, fue un filósofo de la ciencia con ideas firmes, habiéndose preocupado en diversas etapas de su desarrollo intelectual por diversas cuestiones epistemológicas. 

Aquí mostramos una reflexión, tomada del tomo dedicado a Einstein de la muy buena colección The Library of Living Philosophers editada por Arthur Schilpp (citada al final del texto) denominada Albert Einstein: filósofo científico, en la que Einstein se plantea qué es pensar.

"¿Qué es, en realidad 'pensar'? 

Cuando, como consecuencia de la recepción de impresiones sensoriales, surgen imagenes en la memoria, esto aún no es 'pensar'. 
Cuando tales imagenes forman series, cada uno de cuyos miembros provoca la aparición de otro, tampoco esto es 'pensar'. 
Mas cuando alguna de aquellas imagenes se repite una y otra vez en muchas de esas series, entonces dicha imagen se convierte, en virtud de su recurrencia, en un elemento ordenador al conectar entre sí series que por sí mismas no guardan relación alguna. 
Un elemento tal se convierte en herramienta, en concepto. 

Pienso que la transición de la libre asociación o 'soñar' al 'pensar' está caracterizada por el papel más o menos dominante que en ello desempeñe el 'concepto'. En realidad no es necesario que un concepto vaya ligado a un signo sensorialmente perceptible y reproducible (palabra), pero si de hecho lo está, entonces el pensamiento se torna comunicable.

¿Con qué derecho -preguntará el lector- opera este hombre tan despreocupada y primitivamente con ideas pertenecientes a una esfera tan problemática, sin hacer el más mínimo esfuerzo por demostrar nada? 

He aquí mi defensa: todo nuestro pensar es de este tipo, un juego libre con conceptos; la justificación de este juego radica en que, con ayuda de aquél, somos capaces de abarcar la experiencia de los sentidos. 

El concepto de 'verdad' no se puede aplicar aún a una estructura tal; a mi modo de ver, este concepto no puede entrar en consideración hasta tanto no se tenga a mano previamente un profundo acuerdo (convención) relativo a los elementos y reglas del juego.

Para mí no hay duda alguna de que el pensar se desarrolla en su mayor parte sin el uso de los signos (palabras), y por encima de ello y en un grado considerable, de un modo inconsciente. 

¿Pues cómo puede ocurrir, si no, que a veces 'nos extrañemos' espontáneamente ante un suceso determinado? 

Este 'extrañarse' parece surgir allí donde un determinado suceso entra en conflicto con un mundo conceptual suficientemente fijado en nosotros. 

Cuando este conflicto es vivido dura e intensivamente repercute de un modo decisivo sobre nuestro mundo de pensamientos. 
El desarrollo de este mundo de pensamientos es en cierto modo una huida de ese 'extrañarse'."

Einstein, Albert, "Autobiographical notes" en Albert Einstein: Philosopher-Scientist, P.A. Schilpp ed. The Library of Living Philosophers, Open Court Publishing Company, La Salle, Illinois, 1970.